- Identificación del problema a investigar (casi siempre vinculado a los modos de subsistencia, actividades vinculadas a la organización social, o mecanismos y formulas culturales de adaptación y explotación del medio.
- Identificación del lugar donde se realizarán los estudios (delimitación geográfica).
- Prospección y sondeo de un territorio o zona (descubrimiento de los yacimientos).
- Identificación o reconocimiento de las zonas con restos culturales (sitios arqueológicos).
- Realización de excavaciones estratigráficas. Registro prolijo de todas las evidencias y del contexto ecológico o biogeográfico del lugar.
- Identificación, rotulado de las evidencias materiales recolectadas.
- Análisis morfológico y funcional de los restos.
- Bodegaje de las piezas y/o exhibición (museo).
La actividad arqueológica tiene por objetivo el descubrimiento, estudio y puesta en valor relevar socialmente) tanto la cultura como la historia de las poblaciones humanas del pasado.
Desde su perspectiva disciplinar, reconstruye un Pasado Arqueológico; antecedentes fundamentales en los que fundamos nuestros conocimientos de la Prehistoria.
El fin último de la arqueología es desarrollar proceso de reconstrucción del pasado cultural humano, por cuanto su objeto de estudio es la cultura material y sus relaciones, ya sea con las construcciones sociales como con el medio ambiente.
Sin embargo, los sitios arqueológicos (o yacimientos arqueológicos) son bienes no renovables, y su investigación supone la destrucción irreparables del , su metodología se debe orientar al registro de todos los objetos y de su situación (ubicación) en él. De modo que, en sí misma, si el trabajo arqueológico es una actividad destructiva, su acción se orienta a rescatar el máximo de información de él, lo que demanda del trabajo mancomunado de muchos investigadores de las más variadas disciplinas.
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