miércoles, 21 de marzo de 2007

Anotaciones de clases 12/03: concepto de Prehistoria y su profundidad en el tiempo


Referencias de las imágenes: Arriba: Grabado de C. J. Thomsen que muestra a los visitantes del Museo de Copenhague (Dinamarca) en piezas ordenadas cronológica y culturalmente según su esquema de Edades de la prehistoria. Abajo: Imagen del molde de yeso de una victima de la ciudad romana de Pompeya, cuyos hallazgos reavivó el interés por el pasado europeo.

Desarrollo del concepto de Prehistoria

Los primeros que se encargaron de narrar hechos prehistóricos fueron los griegos y los romanos. Sin embargo, no fue hasta el siglo XVIII cuando se gestaron los estudios de los hechos prehistóricos, que se establecerían en el siglo XIX. La gestación se produjo en el siglo XVIII con los inicios de las investigaciones arqueológicas derivadas de los descubrimientos de los yacimientos de Pompeya y Herculano.

Michele Mercati (1541-1593), médico del Papa Clemante VIII y encargado del jardín botánico del Vaticano describe las piedras y fósiles del museo, indicando que las “piedras de rayo” (hachas pulimentadas) han podido ser fabricadas por el hombre antiguo.

Ya en el siglo XIX, hacia 1825, el danés Christian J. Thomsen (1788-1865) al sistematizar los materiales más antiguos del Museo de Antigüedades Nórdicas (Copenhague), estableció el sistema de las tres edades, es decir, de las tres fases mayores de los tiempos prehistóricos: piedra, bronce y hierro. En los comienzos de la ciencia prehistórica lo importante, en realidad, fue el conocimiento de la gran antigüedad del hombre, de la profundidad de su pasado, del tiempo que separaba a los hombres modernos de los antiguos instrumentos humanos que iban valorándose como prueba de su existencia, ya desde el siglo XVIII y sobre todo a partir del XIX. Empieza así una etapa en la que los estudios prehistóricos estaban estrechamente ligados a los geológicos (estratigrafía) y paleontológicos (restos de fauna). En 1784 François-Xavier Burtin de Maestrich dio a conocer un hallazgo, cerca de Brusela, de un hacha por debajo de tres capas de huesos de animales petrificados. En 1797, John Frere, en una carta a la Roya Society de Londres, exponía el hallazgo de útiles de sílex tallado –“armas de guerra, fabricadas y usadas por gente que no conocían los metales”- en conexión con huesos fósiles y en una posición estratigráfica a 4 m de profundidad.

Jacques de Crevecoeur Boucher de Perthes la figura que merece destacarse sobre cualquier otra. Su incansable trabajo desde 1836 perseguía la demostración de la antigüedad del hombre, basándose en datos de tipo geológico-estratigráfico. Tuvo que soportar la incomprensión y el excepticismo de sus descubrimientos hasta que, 1860, publicó en París su obra De l`homme antediluvien et ses oeuvres, ya con el apoyo de geólogos y arqueólogos franceses. El verdadero auge de la prehistoria se dio cuando Boucher de Perthes (1788 - 1868) demostró, en 1846, la contemporaneidad de útiles humanos con fósiles ya desaparecidos, en su obra Antiquités celtiques et antédiluviennes (Antiguedades célticas y antediluvianas) (1846).

Y el término "prehistoria" no fue acuñado hasta el siglo XIX. Concretamente, en el año 1851 por Daniel Wilson en su obra The Archaeology and Prehistoric Annals of Scotland (La Arqueología y Crónicas Prehistóricas de Escocia).

En esta época la prehistoria se convirtió en una ciencia autónoma dedicada al estudio de las comunidades humanas más primitivas. A partir de entonces, el término se fue generalizando entre los historiadores del siglo XIX no sin resistencia, pues la historiografía del momento afirmaba que no era posible estudiar el pasado sin documentos escritos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Interesantes fotos, la mayoria nunca la habia visto.Me gusto todo lo que hay en el blog sobre evolucion humana,espero que todos podamos interesarnos mas en opinar y discutir en el blog, ya que puedo ver que soy el primero en comentar.
Eduardo González.