Comprendiendo el pasado
Por lo general, textos escolares, enciclopedias y libros de divulgación abordan el período de tiempo que comprendemos como "prehistoria" circunscrito a la categoría de ordenación de “Historia Universal”, sin embargo, en ellos no se da más información que de historia de Europa y sus territorios perimetrales. Surge así el problema del reduccionismo histórico de la Prehistoria Universal como historia de la humanidad. Pero este no es un problema actual, sus bases se encuentran en medio de la Época de las Luces, y quizás mucho antes, aun cuando observamos com claridad que ya desde el siglo XVIII los eventos del mundo europeos eran distintivos no solo de los europeos, sino de todo el mundo civilizado. De aquí que la civilización cristiano occidenal, en una situación de centralidad, se ha colocado como protagonista de la historia de la humanidad, dejando fuera de este ámbito a culturas y civilizaciones que, con el tiempo, se han incorporado a una más amplia "historia universal". Los líndes de esta pretendida Historia se ubican en Europa, África del norte y el Cercano Oriente, es decir, este es el marco geográfico de la la civilización cristiano-occidental, quedando en un protagonismo segundario y en una posición marginal las culturas y civilizaciones de extensas regiones del globo. Solo cuando en las primeras décadas del siglo XX se consolicdó la antropología, la etnología y la etnografía, las grandes civilizaciones no-occidentales comenzarona entrar a la gran Historia Universal, relevándose de este modo la riqueza y diversidad etnica y cultural que caracteriza a la Humanidad. Aun está pendiente incluir en nuestra comprensión del pasado a civilizaciones como las que surgieron en el Lejado Oriente, América y África. Nosotros mismos podemos constatar que nuestro conocimiento de tales sociedades es fragmentario e insuficiente, aun incluso en círculos académicos donde las concepciones eucéntricas de la realidad gozan de formidable salud.
En consecuencia, podemos afirmar que la Historia es el resultado del quehacer de las Ciencias Históricas, que intentan comprender los hechos humanos en el tiempo. Para ello se utilizan una serie de registros (materiales, escritos, orales, etc.) y su estudio requiere de una amplia gama de tipos de criterios y análisis. Sin embargo, existen convenciones según las cuales se ha ordenado el Tiempo Histórico, dicho de otro modo, se ha parcelado el tiempo con el fin de ordenarlo, mediante la instauración de divisiones cronológicas que no son más que lapsos de tiempo. En algunos casos, las particularidades de estos lapsos de tiempo, ya sea en la cultura material, la sociedad, la ideología, la religión o las mentalidades, se han establecido divisiones culturales que pueden resultar arbitrarias, pero que han servido con fines descriptivos y explicativos.
En embargo, por lo general, se ha denominado como cultura a procesos de larga data donde predomina un modo de vida en particular, con sus tecnologías productivas o de elaboración de herramientas y las consecuentesconductas sociales y culturales que conlleva estas adaptaciones. Estos "modos de vida" no son más que adaptaciones ecológico-culturales de gran éxito, ya que lepermite subsistir en buenas condiciones a un colectivo humano en el tiempo. hay que considerar también, que las descripciones arqueológicas han hecho una reconstrucción del pasado basados en los restos materiales de una sociedad, por lo que se han formado visiones fragmentarias del pasadohumano, y se les ha dado la denominación de cultura por constituir "unidades arqueológicas distintivas" delimitadas técnicamente, sin tener certezas sobre la historia genética de tales sociedades. Como vemos, las diversas disciplinas han intentad construir una visión del psado utilizando los datos que poseen, por sin abundar en un diálogo más holísitco con otras disciplinas. Por esto y otros problemas de orden metodológico, la Prehistoria requiere de la prespectiva transdiciplinar para su reconstrucción. Con todo, las periodizaciones en el tiempo pueden constituir también interpretaciones a modo de teorías, o solo simples referencias cronológicas, sin que ello signifique que los grupos que vivieron tales períodos distinguieran esos saltos en el tiempo y en la cultura que nosotros, en la actualidad, utilizados para describir y ordenar el pasado.
Las periodizaciones como una forma de ordenar el pasado
Sin duda que la división temporal más evidente para todos nosotros es la frontera entre la "Prehistoria" e "Historia", y que díficlmente, nos atreveríamos a cuestionar. Sin embargo, las Ciencias Sociales contemporáneas se han cuestionados estas definiciones que aparecen como arbitrarias, y han instalado nuevos criterios de valoración que resaltan los hechos culturales, sociales y biológicos dentro de un gran marco que es la "Historia de la Humandad". En consecuencia, se intentado proveer a la "Prehistoria" del mismo grado de verocimilitud y certidumbre que se le atribuía a la Historia solo por contar con evidencias y registros escritos. Hoy, diversas disciplinas han extendido las fronteras de lo conocido en el tiempo de la "Prehistoria" y se ha obtenido información pormenorizada de este tiempo histórico. Hay, en consecuencia, un consenso general entre los investigadores de ver a la "prehistoria" como un período de desarrollo, innovación y respuestas flexibles ye xitosas al medio ambiente, dejando de ver aquel pasado como un período oscuro e inalcansable perdido irremediablemente en el tiempo.
No obstante a todo lo anterior, se siguen utilizando las definiciones histórico-temporales convencionales, por lo que Prehistoria se sigue comprendiendo como aquella gran extensión de tiempo durante la cual evolucionó el hombre hasta su estado actual. Aunque esta es una burda definición, también se describe como el período de tiempo abarca desde el proceso de evolución del ser humano hasta la invención de la escritura. Este criterio sirve como una forma de división cronológica y división cultural que ha permitido separar el tiempo de la invención de la escritura y del Estado administrativo del resto de la Historia Humana. Recordemos solamente, que en términos porcentuales comparativos, aquella historia relegada al pasado sin registros escritos representa el 99,8 % de la Historia de la Humanidad. El restante 0,2 % representa el tiempo histórico. Estas caracterizaciones demuestran su arbitrariedad y excesivo eurocentrismo cuando observamos que en el caso de América, la existencia de culturas como la Maya o la Azteca, no son consideradas culturas históricas sino cuando ellas son descubiertas por el mundo europeo, aun cuando tuvieran escritura y organizaciones estatales de gran sofisticación. El desarrollo Maya o azteca no es considerado como tiempo histórico, sino que han sido relegadas a la prehistoria de América.
No hay comentarios:
Publicar un comentario